12/3/12

Germán actuará en el cielo


JORGE LUIS NARANJO
7.573776
Periodista

A Germán Mendieta lo conocí en mis tiempos de adolescente, eran tiempos del Grupo de Teatro “Inspiración Paraguanera”, de mi querido Banco Obrero en Punto Fijo. Allí junto a su hermano, Rubén Mendieta, aprendimos a transitar entre la creatividad y la rebeldía, más aún con la obra “Despierta Pueblo Mío”, inspirada en las luchas por el Cerro Galicia, en el cual se pretendía un ecosidio a la naturaleza. 

Para ese entonces éramos unos simples soñadores solitarios, hombres y mujeres con una gran intensidad en nuestras almas e irreverentes. Pero, esa pasión igualmente invadió corazones como el de Roberto Rondón, Ingeniero Electrónico, quien nos abrió sus puertas en un salón donde diariamente realizaba sus terapias para lograr algún día poder caminar ya que el día de su Acto de Grado en Barquisimeto en un dramático accidente, quedó su cuerpo dependiendo de una silla de ruedas, pero no su corazón y alma. 

Allí estábamos Rubén Mendieta, Ivis López, Wilmer Ramones, Jorge López, Joel Díaz, Diwer, Williams Nieto, El Negro Sangronis y Jesús Salas, entre otros, creando y ensayando. Eran momentos de grandes inquietudes y sueños, en nuestras mentes apartábamos espacios para entregarnos a los libretos y “tomar prestadas” sillas, mesas, ropa, floreros y manteles de nuestras casa para escenografías, vestuario y utilería. 

Rubén, siempre nos hablaba de su hermano el actor, ese carnal que marchó un día de su tierra para labrar nuevos horizontes en la capital Caracas. “Germán nos va ayudar, Germán nos va a orientar”… Palabras más, palabras menos de ese hermano que nos desdibujo a un ser inigualable, su orgullo, su sangre. 

Así fue pasando el tiempo, hasta el día que lo conocimos a principios de los años 80, fue una tarde en San José, en Coro, allí estaba El Actor junto a su padre el viejo Mendieta y su orgulloso hermano. Germán, de una forma apacible y sencilla conversó con quienes ese día tuvimos la oportunidad de escucharlo, desde allí lo admiramos más y por siempre disfrutamos de sus grandes éxitos y avances en las artes escénicas. 

Con el tiempo sólo sabíamos de él por Rubén, su papá o por los medios de comunicación social los cuales nos transportaban hasta ese gran actor quien llegó a ser una de las figuras más importantes de las tablas venezolanas, como lo aseguró la presidenta de la Casa del Artista, Lisett Torres:“Germán es un actor referencial para todos los que crecimos viendo y haciendo teatro. Fue un hombre sumamente versátil y querido por el sector teatral venezolano”. 

En su haber, se fundieron sus pasos en grupos como Thejas, Rajatabla y el Taller Nacional de Teatro (T.N.T), quien iba a imaginar que este falconiano trascendería tan alto, pero fue tan humilde que nunca se vanaglorió de tales hazañas, todo lo contrario. 

La última vez que lo vi, hace poco, fue como aquella primera vez, junto a su orgulloso hermano Rubén, quien de una manera tierna y jocosa me dijo brillándole los ojos: Jorge Luis, mira quien está aquí en Coro, Germán. 

Ese día conversamos los tres de tiempos pasados y presentes, de caminos recorridos y de lo que nos faltaba por recorrer. Pero, desafortunadamente el reloj se detuvo para Germán, pero no su legado y su historia. La vida continúa, a Rubén por siempre le seguirán brillando sus ojos al hablar de ti, y nosotros por siempre estaremos orgulloso de haberte conocido. 

El tiempo y la vida nos distanció a todos, pero la historia de cada uno de nosotros quedó escrita. Hoy O.Wilde, Unamuno, J.I. Cabrujas, Carlos Jiménez, W. Shakespeare, Von Horvat, A. Camus, Buñuel, Lorca y Dalí te abrirán las puertas del cielo para ensayar Calígula, Cuatro Esquinas,Geranio, Manivela, La Tempestad, El coronel no tiene quien le escriba, Trastos viejos, Barranca Abajo, Los Dioses del Sur, El rey mono, El maleficio de la mariposa, Del amor y otros demonios, Cuentos del bosque de Viena, Los Náufragos, Bolívar y Sucre, el sueño del hombre, En un lugar de La Mancha; y releer los guiones de Homicidio culposo, El general y la fiebre, Una vida y dos mandados, y Zamora, y otras inigualables obras para seguir con lo que siempre fue tu pasión: el arte de la actuación. Hermano, Paz a tu alma.

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